martes, 22 de febrero de 2011

NACEN DOS ESTRELLAS DEL FOLCLOR EN EL FIRMAMENTO DE LA PROVINCIA DE YAUYOS
Bajo el cielo de la provincia de Yauyos, aparece con luz propia dos intérpretes del canto vernacular. Emergen al firmamento artístico, marcando un hito en la historia del huayno yauyino, cuyas hermosas melodías se inmortalizan en el corazón y el alma humana porque son voces del sentimiento nacional. Ellas, artísticamente reciben su bautizo el sábado 26 de febrero en “Wiñaccancha”, pero vienen recibiendo felicitaciones por los lugares donde se presentan, llenando las principales galerías en los centro de difusión folclórica de nuestra gran Lima, que domingo a domingo se reúnen cientos de provincianos que llegan de sus lejanas tierras donde nacieron, crecieron y germinó por primera vez el suspiro del amor; también sufrió la primera desilusión y engaño de la vida. Dolorosos hechos que enseñan a vivir el resto de nuestras vidas.
Estas dos luminarias, intérpretes de nuestro folclor son las hermanas Liliana y Janeth Ontiveros Ramos, naturales del Poblado Menor de “La Florida”, Víñac, el distrito más poblado de la zona sur de la provincia de Yauyos. Surgen a la palestra con el nombre de “LAS CHICAS INCOMPARABLES DEL FOLCLOR”, difundiendo en su amplio repertorio la música yauyina y huanca. Son dos voces humanas, profundamente humanas que se acercan dulce y delicadamente hacia nosotros. En realidad de verdades son incomparables, porque no hay otras cantantes que las emulen. Nos hace recordar a las grandes del Folclor Nacional que volaron al cielo dejando una estela de recuerdos, cuya ausencia se hacia larga porque no aparecían valores que se aproximaran a su estilo.
Esas voces se habían perdido en nuestra memoria, esfumados con el paso de los años, pero siempre se presentaban vívidas en los momentos apremiantes. Estas dos intérpretes renacen el auténtico huayno tradicional sin mixtificarlo ni cambiarlo en su autenticidad y originalidad como hacen algunos intérpretes, sólo por ganar más dinero. Esos mercachifles de la música del Ande, cambian de estilo, armonía e inclusive de instrumentos. Puede ser cualquier cosa, menos modernidad porque el folclor nace del corazón, del alma humana, del amor no correspondido por la amada que un día abandonó el hogar conyugal y huyó con el hombre que dijo amarle.
LA MÚSICA EN LA ZONA SUR DE LA PROVINCIA DE YAUYOS
Desde tiempos inmemoriales la música de la zona sur de Yauyos estuvo ligada a la música Huancavelica, Ayacuchana y Cuzqueña, por el contacto directo con esos pobladores que se comunicaban con Pacarán, Runahuáncac (Lunahuaná) Guarco (Cañete) y el Santuario de Pachacamac. Los peregrinos volvían por la misma ruta, cruzaban el puente colgante de Llangastambo, para internarse por la cuenca del “Auquichanka”: Huangáscar, Víñac, Turpi Cotay, Huancavelica, Ayacucho, Abancay y el Cuzco. Los que construyeron estos caminos fueron los Chankas, Wari, Chinchas, Inkas en su afán de conquistar el norte del Perú. Cuenta la historia, cuando trataban de ocupar el valle de Cañete, los soldados inkas no acostumbrados al sofocante calor del verano perdían vigor y fuerza, el General Cápac Yupanqui solicitó nuevos refuerzos al Inka Pachacútec, cuyos auxilios llegaron por esta vía descrita y no por los llanos de la costa, donde se hubieran muerto deshidratados por el calor y atacados por la terciana.
En la Colonia, el virrey don Agustín de Jáuregui dictó una ordenanza, para que los Postillones de correo de Lima al Cuzco, Cañete, cruzara el puente colgante de Llangastambo, Huangáscar, Víñac, Turpi Cotay, Huancavelica, Ayacucho y el Cuzco; y no por el camino abrupto y escabroso de Huarochirí, Sisa Sisa, Escalerayoc, para atravesar por las faldas del “Pariaqaqa” a 5000 msnm, donde los caballos rodaban al abismo con sus jinetes, llegando muertos al fondo del río. Cuenta uno fraile que cruzó por este camino: “Dios me ha salvado de una muerte segura”, porque estuvo a punto de perecer.
Entonces deducimos, por la zona sur de Yauyos cruzaron cientos de hombres de distintos pueblos, razas, tradiciones, creencias y culturas procedentes de los cuatro puntos cardinales, haciendo que se fusionaron y formaran una nueva identidad. Muchos se quedaron en la zona porque encontraron un clima dócil y apacible, la tierra le brindó cariño, ensueños con muchos recursos naturales y amor. Se quedó su música: ayacuchana, huancavelicana y cuzqueña, cantadas melancólicamente en las noches de luna por encontrarse lejos de su tierra y de sus seres queridos. Influyeron en el alma y en el corazón de los pobladores de la cuenca del “Auquichanka”.
Las voces de “LAS CHICAS INCOMPARABLES DEL FOLCLOR” llega de los Andes, fresca como la tierra floridana con olor a papa nueva, oca, choclo y mashuas. El 26 de febrero del presente año 2011, será una fiesta hasta el amanecer en “WÍÑACCANCHA”, sito en la Asociación de Vivienda “Ayacucho”, paradero 20. Av. Las Flores, Espalda de la Plaza VEA, distrito de San Juan de Lurigancho. Lima. Además se presentará una lluvia de estrellas, acompañadas por la Orquesta “DESTRONADORES DE HUANCAYO” y la sin par Orquesta “SOMOS CANIPACO”.
Prohibido faltar.

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